jueves, 23 de abril de 2009

Años atrás...

DEMOCRACIA Y VIOLENCIA POLITICA
La presencia de SL en Churcampa es notoria a partir de 1982, cuando los campesinos reportan que columnas senderistas recorren Rasuhuilca, una cadena montañosa que recorre las fronteras entre Huanta y Churcampa, e incursionan en algunas comunidades campesinas reclutando jóvenes e imponiendo “cupos” de alimentos. SL consideraba Churcampa como un territorio de influencia del Comité Regional Principal basado en Ayacucho.
Para SL Churcampa era también un corredor por medio del cual trasladaban cuadros, dirigentes, y apoyo logístico hacia las regiones aledañas donde se buscaba expandir la guerra revolucionaria. Por este motivo, la actividad senderista durante la primera mitad de la década de los 1980s, no era masiva sino se caracterizaba por sabotajes a torres de alta tensión, ataques dinamiteros a locales públicos, y al hostigamiento de los puestos policiales y militares. En palabras de SL, se trataba de “golpear a los representantes del viejo poder” pero no concentrar en la provincia de Churcampa destacamentos numerosos e importantes de efectivos. Por ello mismo el número de muertos en esta provincia no fue numeroso e indiscriminado como en Huanta u otras provincias cercanas, pero sí altamente selectivo. Entre 1982 y 1993 murieron en la provincia 209 personas, la mayor parte militantes políticos, autoridades civiles, y dirigentes de la sociedad local (CVR 2003).
Desde 1983 SL acentúa sus actividades en Churcampa mediante una campana de amedrentamiento de las autoridades civiles, y asaltos a puestos policiales. Para ello cuenta con el apoyo y el trabajo proselitista de algunos maestros de escuela que trabajaban en Churcampa, pero que provenían de la Facultad de Educación de la UNSCH donde SL se había hecho fuerte. Debido al creciente activismo de SL, el ejército instala en la provincia la Base Militar de Millpo, desde donde patrullas militares salían a perseguir a las columnas senderistas que transitaban por las alturas en dirección a Junín y Pasco. Asimismo, se producen detenciones y denuncias de torturas y desapariciones de individuos acusados de subversivos. Cinco fosas comunes son encontradas con cadáveres de personas previamente detenidas (CVR 2003). La campaña de amedrentamiento de SL tiene éxito durante las elecciones municipales de 1983, cuando los candidatos a seis distritos rurales de Churcampa renuncian al ser amenazados de muerte. Frente a esto los campesinos, con el apoyo del ejercito, se organizan en rondas de autodefensa y confrontan violentamente a las patrullas senderistas, produciéndose varias batallas durante 1984 y 1985.

En 1986 se realizan elecciones municipales, siendo elegido el Sr. Emilio Ezcurra del Partido Aprista, organización política que se beneficia del prestigio de la trasformación de Churcampa en provincia. Sin embargo, el alcalde Ezcurra renuncia poco después al recibir amenazas contra su vida.
Ese mismo año, el ejercito persiguiendo a SL ingresa a la capital de la provincia y encuentra que la mayoría de autoridades civiles han renunciado, quedando solo algunos jueces y gobernadores. La situación es aun más critica en las zonas rurales donde no existía ninguna autoridad del estado, solo las autoridades tradicionales campesinas que no aceptan la presión de SL por someterse a la autoridad de los representantes del partido. En este contexto, el ejército instala en la capital de la provincia otra base militar y nombra a uno de sus oficiales como jefe político militar de la región.

El año siguiente, en 1987, se realizan elecciones municipales complementarias bajo tutela militar, pero estas tienen escasa participación ciudadana. No obstante, se elige como alcaldesa la señora Arminda Gutiérrez, esposa del primer alcalde provincial Ernesto Rivas, ambos líderes apristas locales. El gobierno municipal durante estos años era prácticamente simbólico, limitándose a cuidar el ornato de la ciudad pero sin ninguna gestión en los distritos rurales que forman la provincia. Sin embargo, son estos los años del gobierno de Alan García, por lo que la continuidad del municipio aprista era la muestra de la voluntad del partido de no renunciar a la presión de SL. En 1989, casi al finalizar su mandato, la alcaldesa Arminda Gutiérrez y su esposo Ernesto Rivas, fueron emboscado y asesinados por un pelotón de aniquilamiento de SL, poco antes de las elecciones municipales. El Comité Ejecutivo Nacional del Partido Aprista nombró a estos y otros dirigentes locales asesinados “Mártires de la Pacificación”.

Frente al asesinato de Arminda Gutiérrez asume la alcaldía el regidor Aurio Meza, un joven del lugar que trabajaba como administrador de la micro región Tayacaja-Churcampa, creada por el gobierno de García, en un intento de canalizar ayuda estatal en esta región para quitarle bases materiales a la prédica de SL. Los asesinatos de la alcaldesa y su esposo tienen un gran impacto en Churcampa, especialmente entre sus elites urbanas que huyen de la región y se refugian en ciudades cercanas como Huancayo, Jauja, Ica, e incluso en Lima. La reacción paramilitar no se hizo esperar. El comando paramilitar “Rodrigo Franco” hizo su aparición colocando en lugares públicos de la ciudad, listas con los nombres de sospechosos de simpatizar con la subversión, dándoles un plazo para huir antes de atentar contra sus vidas.

A fines del gobierno de Alan García y cinco años después de haber constituido la Provincia de Churcampa, la violencia política había impedido la consolidación de toda forma de institucionalidad política estatal y municipal. SL centraba sus golpes en la sociedad política local, sobre todo en los dirigentes y activistas del partido Aprista, al mismo tiempo que amedrentaba a las comunidades campesinas y a las organizaciones civiles más activas, pero no las masacraba. Sin embargo, en comparación con Huanta, la sociedad civil local mayormente campesina y rural no fue destruida en el enfrentamiento entre SL y las Fuerzas Armadas. Como se dijo antes Churcampa era una zona de tránsito para SL, por lo que nunca mantuvo un alto numero de efectivos en la zona, sino patrullas muy activas y grupos de aniquilamiento selectivo. Las comunidades campesinas siempre resistieron a SL, sobre todo por el intento de remplazar las autoridades tradicionales por militantes foráneos que representaban al partido. También por los reclutamientos forzados que SL intento hacer en las comunidades de San Miguel de Mayoc y Locroja en 1986 buscando recomponer sus fuerzas perdidas. Frente a esto las comunidades movilizaron a jóvenes campesinos y licenciados del ejercito que formaban parte de ellas, y organizaron rondas armadas de autodefensa. Las necesidades de la guerra, como es de suponer, impactaron en la estructura social de la comunidad, acentuando el papel de los jóvenes en las posiciones de autoridad.

En algunos casos, como en las comunidades de Marayta y Paccay en 1985, los campesinos infligieron duros reveses militares a las patrullas de SL (CVR 2003). Con el apoyo del ejército que les entregó armas y equipamiento, las rondas dejaron su actitud defensiva y pasaron a ser parte activa de la ofensiva campesina y militar contra SL, que perdió importantes mandos militares y cuadros políticos. Pero también se hizo más difícil el desplazamiento de las columnas senderistas por las alturas de Churcampa. Igualmente se organizaron patrullas conjuntas, brindando el ejercito protección a las comunidades participantes(*).
Presionado por las circunstancias SL se vio obligado a replegarse hacia zonas más inhóspitas, como Viscatán ubicada en la selva limítrofe entre Churcampa y Ayacucho, donde permanece hasta la actualidad aunque muy debilitado. El repliegue senderista significó para Churcampa el fin de la presencia activa de SL en su territorio.
(*) Francisco Sotomayor, representante de la comunidad campesina de Churcampa y licenciado del ejército, nos dijo: “Entre 1989 y 1991 estábamos siempre con los militares, casi vivíamos con ellos, …)
Tomado de De la Confrontación a la Concertación en Provincias Indígenas del Perú. Comparando las mesas de
concertación para el desarrollo local de Huanta (Ayacucho), y Churcampa (Huancavelica)
- Aldo Panfichi / Lino Pineda

1 comentario:

Soldados peruanos dijo...

VIVA EL PERU LIBRE DE NARCOTERRORISTAS!!!
Unete al pensamiento del soldado peruano:
http://licsoldier.ning.com